Si descubre que ha sido víctima de un robo de identidad, puede ser increíblemente estresante, y requiere actuar con rapidez para intentar rectificar el problema. Necesita saber cómo recuperarse de un robo de identidad y recuperar su identidad, así como limitar cualquier daño que puedan causarle los estafadores.
Actúe inmediatamente
Los primeros pasos tras un robo de identidad suelen empezar por detectar el problema y encontrar pruebas de que su identidad ha sido utilizada en contra de su voluntad. Los extractos bancarios y la actividad de las tarjetas de crédito son un buen punto de partida. Busque cargos desconocidos o compras que no recuerde haber realizado. Incluso las cantidades más pequeñas pueden ser señales tempranas de advertencia de que alguien, como un hacker o un ciberdelincuente, está tanteando el terreno.
A continuación, consulte su informe de crédito. Puede que aparezcan cuentas que nunca abrió, como tarjetas de crédito u otras líneas de crédito. Estas cuentas pueden estar drenando silenciosamente su puntuación de crédito sin su conocimiento. Es esencial que solicite su informe crediticio gratuito a las tres agencias principales: Experian, TransUnion y Equifax.
El IRS también puede ofrecer una pista. Recibir correo sobre declaraciones de impuestos que nunca presentó puede ser una señal de alarma de que alguien está utilizando su información para reclamar reembolsos o trabajar ilegalmente. Cualquier aviso inesperado debe tratarse con seriedad e investigarse.
Asegure sus cuentas y su crédito
Una vez detectado el fraude, es urgente bloquear su vida digital. Empiece por las contraseñas. Cambia las credenciales de inicio de sesión de todas las cuentas que se te ocurran. Si te parece una tarea demasiado ardua, puedes priorizar algunos tipos de cuentas para empezar, como las de banca electrónica, las de correo electrónico, las de redes sociales, las de prestaciones públicas y las de asistencia sanitaria. Las cuentas en línea que supervisan pagos regulares, como una hipoteca o los servicios públicos mensuales, también son inteligentes para priorizar. Incluso las cuentas que no hayan sido manipuladas deben actualizarse. Evite utilizar la misma contraseña en varias plataformas, ya que no es una buena práctica y puede acarrear problemas en el futuro.
Añade una barrera adicional activando la autenticación de dos factores. Es un paso sencillo que añade una segunda capa de seguridad mediante un código enviado a tu teléfono o a una aplicación de autenticación.
Ponte inmediatamente en contacto con tu banco y con la entidad emisora de tu tarjeta. Infórmales de que se ha producido una actividad fraudulenta para que puedan controlar las cuentas y ayudar a evitar nuevos accesos no autorizados.
Congelación y cierre de cuentas
Congelar y cerrar cuentas no siempre es algo que se pueda hacer rápida y fácilmente. Puede que tengas que ponerte en contacto con bancos y agencias de crédito.
Una alerta de fraude es otra medida de protección. Basta con ponerse en contacto con una sola oficina de crédito, que informará a las demás. Esta alerta señala tu perfil crediticio e indicará a los prestamistas que verifiquen la identidad antes de aprobar un nuevo crédito.
Para mayor seguridad, solicite la congelación de su crédito. Esto impide que se abran nuevas cuentas a su nombre hasta que se levante el bloqueo. No afecta a sus cuentas existentes ni a su puntuación crediticia, pero bloquea futuros usos indebidos. Sin embargo, a diferencia de una alerta de fraude, debe congelar cada cuenta de crédito individual con Experian, TransUnion y Equifax por separado.
Si ya hay cuentas comprometidas, haga que las cierren inmediatamente. Pida a cada entidad una confirmación por escrito de que las cuentas fraudulentas han sido cerradas. Guarde esos documentos en lugar seguro por si surgen disputas más adelante.
Denunciar un robo de identidad
Existen canales oficiales que debe utilizar para informar de los problemas e iniciar sus pasos hacia la recuperación de la identidad.
La Comisión Federal de Comercio (FTC) es el principal organismo para denunciar el robo de identidad. Su sitio web ofrece una herramienta de denuncia simplificada que genera un plan de recuperación personalizado y documentación que también puedes utilizar cuando trates con acreedores o con la policía.
A veces, también es necesario informar a la policía local. Aunque no siempre es obligatorio, un informe policial refuerza su caso a la hora de trabajar con prestamistas o agencias gubernamentales.
Si el robo de identidad ha afectado a su declaración de la renta o a sus registros laborales, notifíquelo al IRS y a la Administración de la Seguridad Social (SSA). Estos organismos pueden marcar sus registros y ayudar a prevenir nuevos fraudes con su número de la Seguridad Social.
Cuándo presentar una denuncia policial
En determinados casos, es importante implicar a las fuerzas de seguridad. Si el robo de identidad ha provocado grandes pérdidas económicas, merece la pena presentar una denuncia. Lo mismo ocurre cuando la actividad fraudulenta forma parte de un asunto delictivo más amplio, como el robo de identidad utilizado en planes ilegales o la suplantación de identidad vinculada a otros delitos. Puede tratarse de un asunto muy grave y debería dejar constancia de que ha denunciado el robo de identidad.
Además, si sus documentos físicos, como el carné de conducir o el pasaporte, se utilizaron en un fraude, un informe policial puede ayudar a demostrar el uso indebido y respaldar sus reclamaciones a la hora de sustituir los documentos.
Impugnar actividades fraudulentas
Una vez denunciado el fraude y aseguradas las cuentas, es hora de empezar a hacer limpieza. Solicite un informe de crédito actualizado para ver si ha aparecido algo nuevo desde su comprobación inicial.
Los siguientes pasos son clave para impugnar el fraude:
- Cruza todas las cuentas y subraya todo lo que no te resulte familiar.
- Póngase en contacto directamente con las empresas y prestamistas donde se hayan producido cargos o cuentas fraudulentas. La mayoría de las grandes empresas tienen departamentos especializados en fraudes que se ocupan de estos asuntos. Aporte documentación de la FTC o de la policía para respaldar sus reclamaciones.
- Envíe disputas formales a las agencias de crédito para corregir su historial crediticio. Esto incluye declaraciones escritas y pruebas del robo de identidad. Cada agencia tiene su propio proceso, pero están legalmente obligadas a investigar y responder.
Mucha gente se pregunta cuánto tiempo permanece el robo de identidad en su historial. Si no se actúa con rapidez, los efectos del robo de identidad pueden durar años.
Pasos para eliminar cargos fraudulentos
Empiece por llamar a los departamentos de fraude de las empresas en las que se hayan producido transacciones sospechosas. Explique claramente la situación y solicite la eliminación de los cargos.
Realice un seguimiento de las reclamaciones por escrito. Incluya copias de su informe de robo de identidad, documentos de identidad emitidos por el gobierno y cualquier prueba de que las transacciones no eran suyas. Lleve un registro detallado de todas las comunicaciones, incluyendo fechas y resultados.
A veces hacen falta varios seguimientos, pero la persistencia suele dar sus frutos. La mayoría de las instituciones quieren resolver estos problemas, sobre todo cuando se les proporciona la documentación adecuada.
Sustituir documentos robados
Algunas formas de robo de identidad implican documentos físicos. Si le han robado la tarjeta de la Seguridad Social, solicite una nueva en SSA.gov. La Administración de la Seguridad Social le guiará a través de los formularios requeridos y la prueba de identidad necesaria. Son numerosos los documentos que deberá aportar.
El robo de un permiso de conducir debe denunciarse al Departamento de Vehículos de Motor local. La mayoría de los DMV pueden emitir un reemplazo con bastante rapidez, y algunos estados permiten la presentación de informes en línea.
Si te han robado el pasaporte, notifícalo al Departamento de Estado. Marcarán el pasaporte antiguo como no válido y te ayudarán a conseguir uno nuevo. También puedes denunciar el robo de pasaporte a través de su sitio web o por teléfono.
Controle sus cuentas
Una vez controlados los daños inmediatos, mantenerse alerta y atento debe convertirse en un hábito a largo plazo. Vigilar de cerca la actividad financiera ayuda a detectar a tiempo cualquier sospecha.
Activar alertas en tiempo real: Una de las formas más sencillas de anticiparse es activar alertas en tiempo real en las cuentas bancarias y de tarjetas de crédito. Estas notificaciones señalan cualquier transacción en el momento en que se produce, lo que permite actuar con rapidez si algo parece sospechoso.
Seguimiento de los informes de crédito: Es necesario hacer un seguimiento de los informes de crédito a lo largo del tiempo. Un seguimiento regular ayuda a detectar actividades fraudulentas antes de que se conviertan en un problema mayor. Las agencias de crédito permiten el acceso gratuito a los informes durante todo el año, lo que facilita la detección de cuentas desconocidas o cambios. Algunos fraudes pueden no aparecer de inmediato, por lo que las comprobaciones repetidas son una mejor defensa.
Utilizar herramientas de supervisión: Los servicios de control de identidad pueden ser de gran ayuda para quienes deseen un nivel adicional de protección. Estos servicios rastrean la web oscura en busca de credenciales robadas y actividad crediticia, y alertan a los usuarios sobre cambios en sus perfiles. No son una panacea, pero pueden ofrecer tranquilidad y un tiempo de respuesta más rápido en caso de nuevas amenazas.
Cómo realizar un seguimiento de la actividad inusual
Estar atento a cualquier actividad extraña puede servir para detectar el fraude antes de que se nos vaya de las manos. El seguimiento continuo de actividades sospechosas o inusuales es una capa de defensa contra la ciberdelincuencia:
- Esté atento a cualquier transacción o retirada que no tenga sentido, incluso las más pequeñas, ya que podrían ser sólo una prueba.
- Revise siempre los extractos de cuenta mensuales. Es fácil pasar por alto cargos sospechosos si no se revisan durante demasiado tiempo.
- Responda rápidamente a cualquier alerta que le parezca inusual. Póngase en contacto de inmediato con su banco o con el emisor de su tarjeta de crédito si algo no cuadra. Actuar con rapidez es una de las formas más eficaces de evitar daños mayores y recuperar las pérdidas.
Prevenir futuros robos de identidad
Las víctimas de robos de identidad le dirán que es prioritario tomar medidas para evitar que se repitan. La prevención empieza por los hábitos cotidianos.
Los correos electrónicos de phishing y los sitios web falsos son puntos de entrada habituales para los ladrones. Tenga cuidado con lo que pulsa. No acceda a enlaces aleatorios ni rellene formularios en línea sin verificarlos, y nunca se fíe de los archivos adjuntos a correos electrónicos sin pensárselo dos veces.
Los documentos en papel también pueden ser un riesgo. Los extractos bancarios y las facturas suelen contener información confidencial. Antes de tirar nada a la papelera, pásalo por una trituradora. Es una forma sencilla pero eficaz de evitar que los datos personales caigan en las manos equivocadas. La higiene digital puede extenderse a los documentos físicos.
Las cuentas en línea son otro ámbito en el que la precaución merece la pena. El uso de herramientas como la autenticación de dos factores dificulta enormemente el acceso no autorizado. No es sólo para los bancos. Las redes sociales y las cuentas de correo electrónico suelen ofrecer esta opción de seguridad añadida.
Buenas prácticas de seguridad en línea
Hay una serie de sencillas buenas prácticas para la seguridad en Internet que no requieren mucho tiempo pero que pueden evitar que hackers y ladrones accedan a tus datos personales.
- Crea contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta. Un gestor de contraseñas ayuda a mantener todo en orden sin la molestia de memorizar docenas de inicios de sesión.
- Mantenga los perfiles sociales en privado y evite compartirlos en exceso. Esto ayuda a limitar la cantidad de datos disponibles para el público.
- Mantenga los dispositivos en buen estado. El software, los sistemas operativos y los antivirus actualizados dificultan la entrada de malware.
Las ciberamenazas evolucionan constantemente, por lo que adelantarse a ellas significa mantener los sistemas actualizados. Un teléfono o un ordenador obsoletos pueden convertirse en una puerta abierta a cualquiera que busque robar datos personales. RAUD-11 (833-372-8311) para obtener ayuda.